viernes, 22 de julio de 2011

De cartas de relación a 140 caractéres

Las bitácoras públicas son una plataforma para la publicación libre de información en Internet. Blogger y WordPress son ejemplos de estas bitácoras. Twitter también lo es. El número de usuarios de este microblog a nivel mundial se lleva por mucho a las cuentas de blogs que se mantienen actualizadas.

¿Por qué es así? ¿Qué ofrece Twitter como medio que comunicación? Algunos dirán que Twitter es reflejo de la actual vida elusiva, de una modernidad líquida, como la llama Zygmunt Bauman, en la que el discurso no se compromete con nada porque nada es seguro. Otros dirán que el discurso que se construye en Twitter está muy limitado por su brevedad.

A las dos razones anteriores se les puede encontrar su contraparte. Lo que Twitter refleja no es la falta de compromiso, sino un modo distinto de éste. Esta plataforma es la mejor muestra del paso de un movimiento social con grupos ideológicos marcados a un movimiento histórico de reacciones individuales contingentes. Por otro lado, si hacemos caso de eso de que «lo que es corto y bueno es doblemente bueno», resulta que el discurso breve de Twitter vale más que largas y tediosas entradas de un blog que nadie lee.

Por mi parte, no he podido encontrar el lado de Twitter que engancha a muchos a seguir y ser seguidos. ¿Tendrá algo que ver con la profesión con la que uno carga? Por ejemplo, ¿qué tan bien se lleva la literatura con la cultura Web 2.0? ¿Qué posibilidades discursivas ofrece o quita una plataforma como Twitter en oposición a Blogger? Solamente en la práctica podemos contestar a eso (es decir, experimentando y conociendo estas plataformas. Un par de recomendaciones: Generación Y y Jodorowsky).

Aún así, siempre es interesante pensar qué haría, por ejemplo, un artista dadaísta con una cuenta de Twitter o de Flickr, o cuántas crónicas publicaría José Martí desde su blog.

Finalmente, recordando la entrada anterior, ¿qué tanto podemos escribir en alta voz en las plataformas virtuales?

domingo, 10 de julio de 2011

Escribir en alta voz 0

«La escritura en alta voz pertenece al geno-texto, a la significancia, es sostenida no por las inflexiones gramáticas, las entonaciones malignas, los acentos complacientes, sino por el tono de la voz que es un mixto erótico de timbre y de lenguaje y que como la dicción puede también ser la materia de un arte: el arte de conducir el cuerpo (de allí proviene su importancia en los teatros de Extremo Oriente). Considerando los sonidos de la lengua, la escritura en alta voz no es fonológica sino fonética, su objetivo no es la claridad de los mensajes, el teatro de las emociones, lo que busca (en una perspectiva de goce) son los incidentes pulsionales, el lenguaje tapizado de piel, un texto donde se pudiese escuchar el tono de la garganta, la oxidación de las consonantes, la voluptuosidad de las vocales, toda una estereofonía de la carne profunda: la articulación del cuerpo, de la lengua, no la del sentido, la del lenguaje. Un cierto arte de la melodía puede dar idea de esta escritura vocal, pero como la melodía está muerta es tal vez en el cine donde pueda encontrársela con mayor facilidad. En efecto, es suficiente que el cine tome de muy cerca el sonido de la palabra (en suma es la definición generalizada del "tono" de la escritura) y haga escuchar en su materialidad, en su sensualidad, la respiración, la aspereza, la pulpa de los labios, toda una presencia de rostro humano (que la voz, que la escritura sean frescas, livianas, lubrificadas, finamente granuladas y vibrantes como el hocico de un animal) para que logre desplazar el significado muy lejos y meter, por decirlo así, el cuerpo anónimo del actor en mi oreja: allí rechina, chirria, acaricia, raspa, corta: goza».

(Roland Barthes, El placer del texto, Siglo XXI, México, 2009).


¿SERá LA ESCRITURA EN ALTA VOZ 
UN CAMINO HACIA 
LA LITERATURA COMO UN GESTO VITAL 
MáS QUE COMO UNA ACTIVIDAD RESTRINGIDA?



miércoles, 6 de julio de 2011

Sobre los jardines

"Mirar una mancha obscura y difusa y poder decir: 
'Ahí está mi cara; lo que tenga luz no me pertenece' ".
José Saramago

Jardines me cantan la gula
sin hora. Sin hora, la rima
me alumbra. Nocturno pronombre
me aflora: mi mina me mima.

Jardines de tétricas uñas:
la flora demora y decora
la voz del calor que retumba
do brotan pimpollos de aurora.
 

Escribir en alta voz 2

*

Hay una voz que se parece al roce del viento con la rama más alta, del más alto árbol, del más cercano al cielo. Esa voz es azul. ¿Por qué? Solamente para que combine con tus ojos verdes. Escucho y miro, aunque puedo escuchar sin mirar. Jamás el sonido encontró mayor correspondencia con su progenitor. Tu voz tiene tu estatura, tus gestos y el roce de tus manos. También tiene tus pasos, tu infancia y la curva melódica de tu sonrisa. Tu voz adormece los sentidos para despertar la conciencia. Los adormece con el consuelo de la belleza intangible; la despierta con la emoción de la idea expresable.

*


domingo, 3 de julio de 2011

Escribir en alta voz 1

*
¡Qué bien, ¡ay cielos!, persuade
nuestro error, nuestra ignorancia
a mayor conocimiento
este cadáver que habla
por la boca de una herida,
siendo el humor que desata
sangrienta lengua que enseña
que son diligencias vanas
del hombre cuantas dispone
contra mayor fuerza y causa […]

* 

(Pedro Calderón de la Barca, La vida es sueño, vv. 3096-3107)